Una historia "excepcional"
En 1994, Sharp desarrolló el primer frigorífico del mercado que no utilizaba CFC que afectan a la capa de ozono.
El frigorífico utilizaba aislamiento al vacío sin CFC y HFC-134a, que no daña las capas de ozono de la tierra, para el refrigerante, convirtiéndolo así en el primer producto sin CFC.