Unas palabras de Tokuji Hayakawa, fundador de Sharp

Es necesario trabajar muy duro durante el proceso de desarrollo de un producto y su comercialización. Si el producto tiene éxito, otras empresas sacarán otro producto similar. Dicen que los japoneses son buenos imitando, aunque algunas personas critican esta habilidad desde el punto de vista de la ética comercial. Sin embargo, lo que digo a nuestra división de I+D es que debemos "fabricar productos que otros quieran imitar". Los productos que son imitados son buenos productos que quieren los consumidores, productos que venden. Por lo tanto, si se intenta siempre presentar productos que los competidores quieran imitar, la empresa crecerá de manera constante. La imitación fomenta la competencia, aumenta el nivel de tecnología y permite el progreso de la sociedad. No obstante, la empresa que crea un producto siempre está en el punto de mira, así que debe pensar en el siguiente producto y continuar con su investigación. Y dicha empresa no puede sentirse satisfecha con un único producto que sea bueno. No puede dormirse en los laureles por haber sido la inventora o creadora de un producto. La empresa debe seguir investigando para crear productos aún mejores, ya que, después de todo, quien sale ganando por una imitación es la empresa que está siendo imitada.

De la autobiografía de Tokuji Hayakawa